CAPÍTULO 5: EL SECUESTRO

Hola hola!! bueno aquí teneís el capitulo 5, como dije es bastante mas largo, esperemos que os guste un besoop!! ^^                               


                                                        Capítulo 5: El secuestro

 

Como quería distraerme, cuando Pedro preguntó que me había pasado, yo cambie de tema, al principio le molestó el cambio, pero luego me siguió la corriente y continuamos hablando. Y en unas horas era como si le conociera de toda la vida. Pedro si que era un buen chico aunque estaba chapado a la antigua (no te miraba el escote por muy marcado que estuviera, no te besaba, acariciaba, tocaba el trasero… si no eras su novia…o novio, vete tú a saber), pero eso me gustaba porque me respetaba y era un chico ejemplar. Durante unas horas me había olvidado de Javier y que había pasado con Pedro. Al salir de clase, me escondí entre la multitud y me fui, cuando cogí mis cosas, encontré en la mochila una nota de Víctor, no estaba firmada pero reconocería esta... horrible letra en cualquier parte. Quería decirme algo muy importante... pero que hacía, porque me tenía que meterme yo en aquellos follones.

No me quedó más remedio, en la nota ponía que a las 7 bajará a mi portal y eso hice, me puse una sudadera y me eché la capucha sobre la cabeza, por si acaso, pero el portero me miró y debió pensar que cada día estaba peor. Cuando salí allí estaba.

- Víctor no tengo mucho tiempo… ¿qué quieres?

- Bueno era para decirte que si te dio mi primo el anillo...

- A… si me dio un anillo que se me cayó...- ¿Cómo? ¿Cuál?, no sabía qué era, pero le seguí la corriente

- Y… ¿por qué estas así?

-Así ¿cómo?

-Por dios… no te hagas la ignorante

Hubo unos cinco minutos de un silencio, a mí se me hicieron eternos... y me daba mucha vergüenza mentirle... así que intenté volver a mi casa, pero justo cuando me daba la vuelta me agarró y me miro a los ojos, estaban casi llorando, en tono de súplica, pero a su vez se veía que era capaz de cualquier cosa por mí... Al final me escapé con la respuesta más obvia, retire mí mirada de sus ojos y contesté sin importancia aunque con la voz muy temblorosa:

- No puedo decírtelo...- En ese momento me agarró de la cara con fuerza, pensé que me iba a pegar pero en lugar de eso se acercó y me dio el beso más dulce que jamás había podido saborear...

-Por favor, déjame en paz- respondí con tono de suplica ya no podía más.

-Si no te conociera diría que no me quieres, pero sé que no es así.

-Por favor vete ¡¡déjame!!

-Escucha TE QUIERO Y NO TE VOY A DEJAR IR- en ese momento di un salto de alegría (boing) pero después le miré y yo misma me dije que qué coño estaba haciendo, no es momento de dar saltito como una idiota. Pero también  el poco y minúsculo corazón que me quedaba empezó a palpitar y tenía tantas ganas de decírselo todo, pero aun así me calle y volvió a hablar él:

- Pero es que no lo entiendo ayer estabas muy bien y cuando le dí tu dirección a mi primo...- parecía pensar, debe de estar sumando dos más dos y saber de qué se trata- ¡A! ¡Ha sido mi primo...!- ahí está.

- ¿De qué me hablas..?.-Intenté disimular todo lo que pude, pero me salió una voz de niña de tres años... ya no sabía qué decir... que complicado era todo... intenté besarle, pero el se apartó su ira era enorme y estaba muy furioso, de hecho se podría decir que si no se hubiese dado cuenta de que era yo me hubiera empujado, con la mirada esquiva dijo:

- El que te hizo esto fue...

- Víctor yo…

- Le…

-No por favor, no hagas ni digas nada, me dijo que me mataría... -Yo estaba llorando, que podía hacer…

Para empeorar la situación, Javier estaba acercándose hacia mi casa con un ramo de flores. Víctor, cuando le vio, fue hacía él y al principio todo parecía normal pero Víctor le dio una patada  y claro Javier se enfadó y empezaron a pegarse. Salí corriendo, subí las escaleras y cerré mi casa con llave. Menuda había  hecho, ¿qué hacía?, de momento ver por la ventana que sucedía, de repente vi que Javier tenía la pistola en la mano, no tenía tiempo de hacer nada excepto llamar a la policía, cosa que hice, tenía tanto miedo por Víctor, aunque mucho más por mí, no sabía qué hacer, a donde ir y sobre todo si arriesgar mi vida, saliendo ahí fuera a por Víctor y ser su princesa, aunque eso sería demasiado, yo ni siquiera podía mover un dedo como para que saliera ahí fuera. Estaba congelada con mil y un preguntas y sobretodo ¿Qué pasaría si la policía llega tarde? ¿Qué pasaría si Javier se sobrepasa y le acaba disparando, y entonces a Víctor le llegaría una bala a cualquier parte de su cuerpo perfecto? Pues yo estoy segura que a Víctor le dolería pero mi alma se descomponía en más de un millón de "cristales", la policía llegó en un 1 minuto,  porque la comisaría estaba cerca, uno de los policías  llegó (era alto, pero regordete, con un prominente bigote sobre el labio, ojos marrón oscuro y el pelo negro que le salía de la gorra que llevaba, si lo piensas para ser policía tienes que pasar una prueba física, y este es el típico con el que piensas, ¿cómo habrá pasado esa prueba?) y para tranquilizar la situación y comenzó a hablar:

- Por favor relájense- dijo suavemente moviendo las manos indicando que se calmasen, pero en ese momento vio la pistola de Javier y dio instintivamente un paso hacia atrás, pero luego agarró la suya y se puso firme de nuevo.

- Ustedes váyanse que aquí, no hay nada que ver- dijo Javier

 Como el policía no se iba, Javier disparó a Víctor, creo que fue uno de los peores momentos de mi vida, blanca como la nieve me quedé llorando en un rincón pero sin apartar la vista de la ventana, a la vez que pensaba, era una estúpida, Víctor había arriesgado su vida por mí y yo mientras dejo que se meta en líos aparte de haberme quedado en la ventana mirando todo en vez de quedarme con él, para apoyarle, además estaba más claro que perdería ya que aunque él tuviera un cuerpo atlético no se podía comparar con el de su primo, aunque también hay que tener en cuenta la edad, y bueno si, que el loco ese lleva una pistola encima. En la calle el comisario, llamado Mario, fue a socorrerle y ese momento le dio la oportunidad a Javier para correr y venir a buscarme, si te mantenías en silencio se podía oír que alguien subía las escaleras y yo no sabía qué hacer, de repente disparó contra la cerradura de la casa y la rompió (de nuevo gracias a que mis padres no están, aunque si ven la cerradura…).

Yo me escondí bajo la mesa y mando un mensaje a mis padres contándoles todo, ellos me responden con un enseguida vamos, pero justo Javier me encontró (creo que no sabe lo del mensaje a mis padres)) me agarró del pelo, me insultó y me empezó a decir que me portara bien, también me mandó escribir a mis padres una nota de despedida que ponía:

"Papá, Mamá ya tengo más de 15 años y quiero tener mi propia vida, no me busquéis, me esconderé de vosotros y me iré a otro país, a Francia, y allí completaré mis estudios. Me voy de aquí si quereis me podéis enviar dinero a esta cuenta 19567832WE pero no hace falta ya me las apañaré, me llevo mis cosas."

BESOS A TODOS Y HASTA LUEGO

A escondidas de Javier metí la carta pidiendo auxilio (aunque con el mensaje habría bastado, solo quería explicarles un poco mejor lo ocurrido), y luego las coloqué en su dormitorio, mientras yo hacía esto el cogió mis cosas, me agarró de la mano y para mejorar la situación cogió el dinero de mis padres y se lo guardó en su cartera.

Javier me llevó a la calle, no sabía a dónde me conducía pero por seguridad le seguí, durante unos momentos pensé en el disparo, puesto que en la calle, Víctor ya no estaba. Después de unos 30 min, deambulando por unas calles muy estrechas. Javier sacó unas llaves y abrió la puerta de una casa prácticamente derrumbada, muy vieja, no sabía que calle era, pero tenía mucho miedo, aunque también intriga.

Al entrar subimos una escalera de caracol que no paraban de crujir parecía que se iban a caer al pisarlas, subimos varios tramos y Javier abrió una puerta que parecía más vieja que la casa. Pero al entrar, me quedé asombrada, la casa era gigante y luminosa... Javier me dijo que era para que no entraren a robar… pero creo que la mejor idea hubiese sido comprarse una casa en un barrio más caro, además de que no me creo mucho que esa fuese la causa de eta casa, pero vamos, es el menor de mis problemas.

Cuando llegamos a una habitación me explicó varias cosas:

- Haber hum... este será tu cuarto, espero que no te quejes, seguirás yendo al instituto, pero a otro, y no hablarás nada con nadie ¿entendido?

- Pero y mis ami...                                                                       

- He dicho que nadie, y si quieres probar mi furia, mira lo que ha pasado con Víctor, así que mantén la boquita cerrada, nada más salir del colegio vuelves para acá, aquí tienes un plano y los horarios de salida. Y si te cruzas con tus padres aléjate de ellos, si no te prometo que les compraré una bonita lápida, de todas formas, estoy organizando el papeleo con unos amigos para que te emancipes- en ese momento no sabía que contestarle y aunque no me hiciera ninguna gracia no poder volver con mis padres la idea de verlos muertos me parecía peor, así que me conformé con lo que me proponía y no le hice una pregunta más estúpida que la siguiente:

- Vale y las tareas de casa y todo eso ¿quién las hace...?

- De momento tengo una criada pero como ya te tengo a ti la despediré y las harás tu. Para salir a comprar te acompañaré y el tema del dinero está controlado, tengo un buen trabajo que me da al mes bastante. Este domingo iremos a comprarte cositas...

- Vale, ¿pero en que trabajas?- pregunté bastante desconfiada

- A ti que te importa... en fin me voy, más te vale hacer todo bien si no tus familiares, amigas, conocidos... bueno ya sabes, les pasará lo mismo que a Víctor. Para concluir no quiero que hables con mi primito te vuelvo a recordar.

Y con esto Javier salió dando un portazo de mi “nuevo” cuarto, una lágrima se deslizó por mi mejilla... ya no había marcha atrás a partir de hoy mi vida sería como un infierno, o peor.