jueves, 18 de octubre de 2012

CONFIANDO EN LA MENTIRA: CAPI 2

Hola hola!!  bueno, aquí teneís el capítulo 2 de Confiand en la mentira, ya está en su página por si no os ha´béis leído el capitulo 1 un besoo!
Capítulo 2
 
Cuando colgué el teléfono no estaba segura que hacer, por un lado llevaba sin ver a mis padres un año, y no quería volver a mirarles nunca más. Pero por otro lado son ellos los que me han criado, aunque fuese mal, y si me ha llamado la policía, por algo sería.
Suena el timbre del final del recreo, decido que me voy a perder también la tercera hora. Sigo caminando, un poco, bueno, bastante nerviosa, hasta que al final me acabo saliendo del instituto, cojo la bicicleta y me voy a una ladera que hay a unos quinientos metros. Necesito pensar y aclarar mis ideas.
Le pongo el candado a la bicicleta y me aseguro de que este bien puesto. No era la primera vez que robaban una bicicleta en aquel sitio y no quería que la siguiente fuera la mía.
Voy a una zona llena de césped, dejo la mochila y me tumbo. Las nubes formaban diferentes figuras, siempre me ha gustado este juego, desde pequeña jugaba con mi hermano a ver quien hacía más figuras, la verdad es que nos lo pasábamos muy bien. Y buscar formas entre las nubes me relaja mucho, y me sirve para reflexionar. Cada vez que me dedico a esto me viene a la mente mi hermano, no nos llevábamos muy bien, pero teníamos un vínculo muy fuerte, estaba segura de que algo nos unía, pero no únicamente la familia, no se que es. Estoy segura de que cuando le dejé coger las llaves de la moto fue por algo, sus ojos me lo pedían, en ellos había preocupación y rabia, parecía enfadado pero muy asustado. En este momento me doy cuenta que era la primera vez que al pensar en Alex (mi hermano) no lloraba si no que siento unas especie de náuseas y mareos tremendos, estoy segura de que mi hermano escondía algo, he de averiguar que era, y porque murió, en este momento tengo una nube de ideas a mi alrededor, ninguna se aclara. Pero de lo que estoy segura es que si mi hermano ahora mismo estuviese aquí en mi lugar, iría a comisaría. Me levanto de golpe y me dirijo a la bicicleta, no he de perder más tiempo. Miro la hora, todavía no son ni las doce.
Ya estoy en la carretera, menos mal que no tengo todavía coche (entre otras cosas por mi edad, si no ya me abría sacado el permiso de conducir) ya que la carretera esta colapsada, ha habido un accidente múltiple, pero como tengo prisa paso de largo, la comisaría esta a unos 21 Km. de aquí, es decir, en bicicleta tardare una hora aproximadamente, y eso me pone todavía más nerviosa. Es mucho tiempo.
Cuando descubro el mal estado de la carretera por al que voy, los ánimos se van hacía abajo. Esta todo lleno de baches, y no hago más que votar, tardaré una hora y media como mínimo. Pero bueno sigo, no hay que parar, siempre tendrás todo lo que quieras conseguir, mientras sea razonable.
De repente giro la cabeza, y me doy cuenta de que un coche lleva siguiéndome más de media hora, le dejo hueco para que me adelante, pero claro, el coche no me pasa, si no que se detiene. Me pongo nerviosa, ¿qué querrá? Decido seguir, hasta que algo me lanza por los aires. Miro a mí alrededor, el coche me ha empujado, y se larga, pasando de mí. No me da tiempo a aprenderme la matricula y encima el codo no deja de sangrar. Intento ver el estado de la bicicleta, pero está todo negro. No puedo moverme. Noto como mi cuerpo se queda quieto y espero, espero, espero… al final me acabo duermiendo.
Mi mente vuelve a aquel día. Llovía, y yo estaba en el asiento trasero de esa moto que se dirigía al vacío, Marcos Marcos!!! Me esforzaba para que me escuchara, pero no me hacía caso, cuando quedaban 80 metros, deje de gritar, la garganta me ardía, mis lágrimas se fundían con la lluvia, y la brisa hacía que todo aquello pareciese una pesadilla. Entonces aparece la cara de mi hermano. Eso es nuevo.
Yo solo tenía pesadillas con el recuerdo y lo que ocurrió de verdad, pero mi hermano nunca aparecía. ¿Por qué ahora si? ¿qué ocurría?.
Noto como voy despertándome, asustada, gritando, sudando, y con lágrimas.
-¡Pero qué rayos… ¡!! ¿Dónde diablos estoy?- consigo suspirar, después de abrir los ojos. Me encuentro encerrada, en una habitación sombría. No hay ventanas, el fondo es negro. Y si tienes un oído fino, puedes escuchar a las ratas, roer yo que se qué… al principio, pienso en un hospital, pero no encaja, estoy en un lugar que se parece aun despacho, hay una mesa con miles de papeles desorganizados al lado de un ordenador muy antiguo, y una silla verdosa llena de roturas… Pero es muy extraño que en una oficina haya una cama… miro fijamente donde estoy tumbada (mientras me incorporo) y resulta que es un sofa-cama. Al otro lado de la puerta oigo unas voces y unos pasos, cada vez se escuchan más altos. Decido que voy a hacerme la dormida, me vuelvo a tumbar, justo a tiempo, ya que un segundo después el pomo de la puerta lo giran. Entran una mujer de mediana edad y un “policía”.
Aaaah ya se donde estoy, es la comisaría. La recordaba de cuando era enana, y siempre me ha parecido una mierda. Desde el primer momento que la ví para acompañar a mi madre a denunciar que la habían robado. Era muy desordenada, los policías eran unos viejos verdes que se pasaban el tiempo jugando al póker y bebiendo anís. Pfff … bueno al menos el destino a sido justo, y he llegado a comisaría. Jajajaja tiene su gracia y todo, pero que hacía allí, lo único que recordaba era que un mamón me había lanzado en volandas. Paro de pensar, ya que me puede la curiosidad y antes de que el mujer y el hombre se sentaran, hago que me estoy levantando.
-aah! Que dolor, pero donde, donde estoy¿?- digo mientras bostezo descaradamente
-Hija- dice el hombre- no hace falta que finjas jajajaja- al reirse, me siento ridícula, me han pillado, se me da muy mal mentir. Pero ver a aquel señor reirse era buenísimo. El bigote se deslizaba de arriba abajo.
-Mmm bueno vale, y ya que me ha pillado, ¿me puedes decir donde estoy y que hago aquí, o simplemente por qué me han llamado antes?- digo con tono de enfado, para no sentirme tan ridícula
-A ver vamos por pasos jovencita, primero no debe usted nunca mentir a la ley, como acaba de intentar hacer con su “levantar”; segundo, es usted la que venía para comisaría, ya el señor Pablo le comentará para que la hemos llamado, y tercero pero no menos importante; ¿vas a querer denunciar al que le lanzó por los aires?
-No puedo denunciar- pienso, la forma de explicarle que no he conseguido aprenderme la matrícula, pero antes de que pueda seguir hablando, la mujer que estaba al lado del hombre con mostacho, me está mirando la frente, entonces toca en un punto determinado, noto un escozor, y unas manchas de sangre caen al suelo- ¿qué es esta sangre? ¿Es grave? ¿Qué tengo?...- me pongo muy nerviosa, la sangre me marea y cada vez cae más al suelo, parecía una pesadilla, la mujer me agarra de lo hombros y me dedica una sonrisa
-Por favor relájate, solo es una simple brecha- contesta amablemente
Pero mi contestación hace que cambie de humor- ¡Qué me relaje! Esta usted loca, se le va la pinza, estoy sangrando, en una oficina de mal a muerte, en la que se me va infectar la herida, con un gordo con pantuflas y y y… con una vieja que no tiene ni idea. No se para que coño me han llamado, pero la jugada me ha salido por el culo ¿sabe? – La miro a los ojos desafiante; y noto como sus ojos se encorvan y me mira con desprecio, pero el hombre decide intervenir, antes de que ella contraataque y acabemos las dos tirándonos de los pelos.
-Mira señorita Sierra no puede usted tratarnos así, solo intentamos ayudarla, no sabemos nada de su caso, para eso esta Pablo y esta vieja como tu dices, es la enfermera, que te ha encontrado en la carretera, y te ha traído hasta aquí. Ella te ha curado la brecha, que es gigantesca por cierto, que tienes en la cabeza. Y si no hubiese sido por Marta (la enfermera) estarías todavía tirada en la cuneta, o simplemente muerta, ya que cualquier coche que parara a hacer un descanso te hubiera atropellado. Así que le pido que considere pedir perdón.- Muerta de la vergüenza asiento y susurro un perdón casi inaudible. Pobre mujer…
-En fin yo creo que me voy a ir ya, que no se te olvide Manolo (el policía) que después del interrogatorio hay que llevar esta cría al hospital. Le atenderá Cristina, una amiga mía. Gracias por todo
-Gracias Marta- La enfermera sale por la puerta, dejando esta abierta, pero la corriente que entra desde el pasillo es tan fuerte, que se cierra rápidamente, provocando un enorme portazo. Luego solo se escucha silencio, miro a Manolo sentarse y este empieza a organizar papeles, decido no molestarle y me pongo a pensar. Al cabo de cinco minutos llega Pablo. Manolo me conduce al despacho de este, pero no nos intercambiamos ni una sola palabra.
Al entrar miro a mi alrededor. Esta oficina, era mucho más nueva, estaba toda llena de librerías, la mesa era de cristal, tenía unos ventanales enormes, por los cuales se podía ver la carretera y el día negro, una televisión de 100 pulgadas y lo que más me sorprendió es que no había nada de desorden. Estaba todo perfectamente colocado y sin una gota de polvo. Parecía que Pablo era un hombre muy exigente y trabajador.
Manolo me deja dentro de aquel lujoso despacho y se despido con un simple adiós, ni me inmuto, paso de responderle.
-Señorita Sierra- alzó la mirada de una alfombra muy graciosa, y me encuentro con un chico de alrededor de 25 años, ojos verdosos y un cuerpo… sin palabras… supongo que este tío es Pablo – ¿no tiene usted modales? o qué, ¿en su casa no la han enseñado a comportarse? A no perdona, que dejó tirados a sus padres- golpe bajo, sus palabras van directas al corazón, me están haciendo mucho daño , pero quien rayos se ha creído este tío- bueno aun así en los 15 años que pasó con ellos debería haber aprendido a saludar y a despedirse ¿no es así?- asiento ligeramente, aunque mi verdadero yo le hubiese contestado, no estaba para cachondeos o historia ahora.
-Bueno señor Pablo, ¿me podría decir para que me han llamado o usted tampoco lo sabe?
-Directa al grano así me gusta, bueno pues verás, no se si al venir has visto un accidente de coches- me quedo un minuto callada y hago un esfuerzo por recordar- eso es un si claramente, pero por la expresión de su cara, puedo concluir que pasaste sin preguntar- que toca huevos es, a la próxima le contesto- si estas pensando en contestarme, te recomiendo que mejor no lo hagas- vale y encima es como Carmen, lee la mente… me saca de quicio, en fin no me queda otro remedio que escuchar…-bueno pues el accidente ha sido provocado, cuando una viejecita y su nieto cruzaban la carretera sin semáforo, por tanto es culpa suya, y un coche estaba pasando, este a intentado esquivarles pero a sido imposible. Ha pasado por encima del pie de la señora, pero el niño ha acabado arroyado y …- ya no aguanto más.
-Pablo perdona que te interrumpa pero ¿por qué me está contando esto?- le digo con un tono vacilante
-Anda que yo que estaba intentando que quedara bonito- dice con cierta ironía- pues nada, que tus padres eran los conductores que han intentado no atropellar a esos dos, iban a verte para darte esto- se aproxima a un armario que no había llegado a ver, y saca una caja de cartón envuelta en celofán- no sabemos qué es, pero preferimos que lo averigües tu sola- me siento extraña, mis padres han tenido un accidente, porque una vieja chalada y su puto nieto no han respetado las normas de tráfico. La ira se confunde con la tristeza, provocando un sentimiento de asco hacía esas dos persona enormes
- Y mis padres ¿están bien? ¿O muertos?
-Mira ni una cosa ni la otra- la cara de Pablo se había vuelto más dulce, parecía que me comprendía-Tus padres al intentar salvar a esos dos, hicieron un giro muy brusco, provocando un accidente múltiple. Por eso la carretera está tan colapsada. Los coches de ambos carriles chocaron unos con otros.
-Mire no me ande con rodeos ¿Mis padres?
-Bueno creo que mejor que vayas al hospital y lo compruebes tú- un brillo se puede observar en mis ojos, si voy al hospital significa, que estan vivos. Pero aun así vuelvo a preguntar pero esta vez con ilusión.
-¡Pablo! ¿mis padres? Joder
Muy serio, viendo que quería una respuesta inmediata responde -En coma, no se sabe cuando o si despertaran

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